Las caídas son una de las principales preocupaciones de los cuidadores (sean estos profesionales o familiares) de personas mayores. Las personas mayores asocian una caída a las graves lesiones que ésta origina. Las caídas suelen ser acontecimientos relevantes que marcan la vida de la persona.
Con el fin de proteger a las personas, se redactan
protocolos de caídas para detectar riesgos y establecer medidas preventivas
(entre ellas: productos de apoyo –barandillas para la cama-, retirada de
mobiliario, caminar solamente con ayuda de otra persona, medidas de contención
física –sujeción mediante cinchas, cinturones-…).
Paul Berger y Brigitte Breininger (enfermero y fisioterapeuta respectivamente; ambos formadores Kinaesthetics) han desarrollado en la residencia para mayores en la que trabajan (Residencia de la tercera edad “APSP Santo Spirito”, en Bressanone, Italia), un proyecto llamado “Competencia para caer”, en el que analizan el tema de las caídas y se buscan alternativas para prevenir sus riesgos.
Discusión
inicial:
- Se da preferencia a la seguridad, antes que a la libertad para moverse (y, por tanto, que a la calidad de vida).
- La competencia de manejarse adecuadamente y reaccionar en situaciones de riesgo, se adquiere en situaciones de riesgo. P.ej.: la competencia de trepar a un árbol no se adquiere jugando con la arena en el suelo. ¡Hay que afrontar riesgos, para aprender a superarlos!
- Sin embargo, en ocasiones ponemos en peligro a las personas, justamente al intentar protegerles por todos los medios de dichos peligros. Por otra parte, las medidas “preventivas” se generalizan y aplican a todas las personas por igual.
- Pero... y si pasa algo, ¿quién es el responsable? En esta tesitura, el miedo a que algo ocurra es lo que manda… y el residente “desaparece”. La responsabilidad y el miedo son los que determinan nuestra intervención.
- ¿Dónde está la línea entre la libertad y la seguridad del residente?
Mejorar la
atención
Hay que partir del hecho de que las caídas no se pueden evitar totalmente. El
riesgo puede incluso aumentar cuando se eliminan elementos como las alfombras o
los umbrales de las puertas: el “reto” de superarlos ya no está ahí, y así que la
atención que hay que prestar al movimiento propio, disminuye.
Con este proyecto se trata de aumentar/mejorar la
sensibilidad hacia el propio movimiento, y establecer “retos” adecuados a cada
persona, para así aprender a manejarse mejor en situaciones de caída.
Objetivos
- Los residentes se mueven más seguros y se manejan en situaciones de caídas, de modo que se minimicen las lesiones.
- Los trabajadores pueden apoyar y fomentar la competencia motriz de cada residente durante las actividades de la vida diaria.
- Se registran las caídas y se introduce un acompañamiento individualizado.
Caer es
una forma de desplazamiento.
Trasfondo: Caer es una forma del desplazamiento humano.
Cuando la persona pierde el control al caer, hablamos de “caerse”.
Las personas caen, a lo largo de su vida, una y otra vez.
P.ej., los niños pequeños, mediante las experiencias de caer y caerse al suelo,
aprenden a levantarse del suelo, a caminar, a caerse “sin problemas”… y al
hacerlo son cada vez más competentes. En algunos deportes (como el futbol o la
acrobacia) “ir al suelo sin problemas” es una parte del programa de
entrenamiento.
Sin embargo, para la mayoría de personas, el desarrollo de
esa competencia motriz específica se detiene en algún momento de la vida. Y sólo
vuelve a ser relevante cuando la persona es mayor y más frágil, y se cae sufriendo
graves consecuencias. Esta incapacidad adquirida
para caer y para protegerse en situaciones de caída lleva a la persona a sentirse insegura. Esta
inseguridad se manifiesta con un aumento de la tensión corporal y con miedo… ¡y
ambos influyen de nuevo en el riego de caída!
(Continuará... Accede a la 2ª parte)
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