Aprender a prestar ayuda y a reconocer recursos

Saber exactamente qué tipo de ayuda necesita la otra persona no es tarea fácil. Identificar todos los recursos de que dispone la persona (¡por muy afectada que esté!), requiere de una gran sensibilidad y gran competencia de adaptación y de movimiento por parte de la persona que presta la ayuda.

La automatización a la que nos lleva la rutina diaria hace que nuestros movimientos, nuestros patrones de movimientos sean (con frecuencia) "mecánicos", y que, por ejemplo, apliquemos las mismas (o muy similares) transferencias y movilizaciones para todos los pacientes.

Sólo si somos lo suficientemente sensibles para adaptarnos en la interacción con otra persona y ofrecer lo que realmente necesita (ni más, ni menos; acorde a sus necesidades), la ayuda prestada será verdaderamente eficaz y una oportuna oferta de aprendizaje.

Foto: "tomando conciencia del significado de prestar ayuda al otro"; curso inicial; APCA, 2016.

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